“I was in deep poverty. I didn't know anything about social supports in the city. I existed on a bag of apples a week and slept on a lawn chair in my bedroom.”
Me acuerdo bien del primer día de clase en el curso para obtener la ciudadanía en los Estados Unidos. Mi profesora, Millie Benítez, nos leyó solemnemente el comienzo de la Declaración de Independencia. Recuerdo mi sorpresa al escuchar el segundo párrafo, que dice: “Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad [the pursuit of Happiness]”.
By following through on their promise to repeal “Obamacare” immediately, Republican lawmakers and the new Trump administration are engaging in reckless political theater.
Whatever motivated Mr. Trump to reinstate the Mexico City Policy, it was not a consistent recognition of the dignity and sacredness of every human life.